sábado, 28 de agosto de 2010

PINO ES LA MADERA QUE REVOLUCIONA EL MERCADO

Pino Solanas es el peronismo en estado de mayor pureza, o por lo menos así lo describen los antiperonistas mas acérrimos: aquellos/as que (dicho sea de paso) jamás entendieron al Movimiento y en la mayoría de los casos son hijos o nietos de los que en la previa al golpe del 55, instalaron en las capas medias la idea de que había que derrocar al “tirano”; y hasta se dieron el gusto de autoproclamarse “revolución libertadora” mientras hacían desaparecer el cuerpo de Evita, y fusilaban Peronistas en los basurales de José León Suárez.

Sin embargo en los hechos, cuando uno observa a la versión criolla de Michael Moore seduciendo a la foca chaqueña Lilita Carrió (si se quiere símbolo del gorilaje en su estado de mayor bajeza) inevitablemente se pregunta si el anciano documentalista de los trenes no ha consumido el mismo brebaje que hiciera descomponer a Rolando Graña ante las cámaras, y ¿Qué fue de aquel compañero que realizara “La hora de los hornos”? (material de formación para la generación de la etapa anterior y para las generaciones posteriores) que ahora se le da por repetir el latiguillo de uno de los mas poderosos y actuales enemigos del Pueblo: la corporación mediática; y se relame en la pantalla de Todo Nunca (perdón: Todo Noticias) acusando al gobierno de la utilización de los Derechos Humanos en favor de execrables intereses.

En principio como Peronistas Revolucionarios lo de Pino dolía, pero no por nada de lo cual Humberto Tumini o don Mario Mazzitelli pudieran enorgullecerse, sino porque uno lo consideraba uno de los compañeros mas importantes a la hora de pensar estrategias que nos permitieran discutir en los barrios problemáticas que (quizá) el cumpa que se levanta a las cuatro de la mañana y se sube a la bicicleta para ir a laburar no ve, o no lo dejan que las vea.

Ya cuando el veterano dirigente (¿?) se alineo con Alfredo De Angelis y “por errores de implementación” esgrimidos por su contador (Claudio “ni un pibe menos” Lozano) salio a apoyar “la lucha clasista del campesinado” representada en las combativas figuras de Miguens, Llambías, y Biolcati; Pino dejo de ser el compañero Pino y el dolor se convirtió en nauseas, a pesar de que todavía algunos se atrevían a hablar de contradicciones secundarias.

Por aquellos días, el longevo vanguardista también era mencionado como “un peronista de la primera hora” por quienes todavía convocan a seminarios donde se discute porque Trotsky no pudo con Stalin, y no ven en el 17 de Octubre más que al lumpen proletariado marchando por la liberación de su coronel bonapartista.

A caballo de la historia de “la 125” y alimentado a base de bananas por unos cuantos referentes desangelados (entre los que destaca Jorge “el huevon” Ceballos que se ofendió porque no le pusieron “el aparato” a su disposición para que sea intendente de La Matanza) Fernando Solanas se subió a todos y cada uno de los trenes blindados a los que la Santa Oposición lo invitara, y así sus delirios de conducción lo llevaron a jugar con la revolucionaria idea de integrar (para conducirla por supuesto) la remasterizada versión de la Unión Democrática, y suponer que una alianza electoral con Elisa Carrió va de la mano con el discurso de la Patria liberada.

No contento con eso, y con el afán de asegurarse los votos de aquellos/as que sostienen que Mariano Grondona tiene la verdad revelada, el canoso de pelo largo desfilo en incontables ocasiones por los tribunales (en compañía de aliados coyunturales como el guevarista Felipe Sola) a denunciar a la Presidenta y “sus escandalosos secuaces”, con los mismos elementos probatorios con los que “Don Ramón” culpa al “Chavo” cada vez que “doña Florinda” le encaja un castañazo.

Tanta “diversidad” (que quizá encuentre algún tipo de lógica en el pensamiento freudiano) termina provocando que “los débiles” se quiebren, y Victoria Donda empieza a putear porque la militancia no los acompaña. Putea sí, pero sabe que no hay nada que hacerle, en la zona norte del Gran Buenos Aires esta ocurriendo lo mismo que en Cinco Saltos: los/as pibes/as están emigrando y buscan como profundizar el proyecto de los K, ¡que asco!

Después, el 82% móvil los instala de vuelta en el mapa revolucionario y el documentalista siente que la Presidencia de Argentina le queda a un par de calles. Humberto y Mario lo abrazan y le repiten al oído que Proyecto Sur ya esta instalado como el tercer Movimiento Histórico en las masas.

Pino, luego de tantísimos años, siente una sensación similar al orgasmo, y envuelto en la cólera del placer se olvida de las torturas y la violación que sufriera Lidia Papaleo de Graiver, de Rafael Ianover, de las familias de ambos, y dispara sin que se le despeine ni una sola de sus canas, que el gobierno realiza un uso obsceno de los Derechos Humanos como instrumento de presión a favor de sus intereses; y que él personalmente se va a encargar de ponerle un coto a todo este escándalo; al mismo tiempo que exige que se retrotraiga la medida que afecta a la empresa del Grupo Clarín: Fibertel.

Frente a la pantalla del televisor Héctor Magnetto festeja y se regocija con sus declaraciones.

Gerardo Morales fantasea con la posibilidad de ser tan peronista como sin duda lo es Solanas.

Y entre Binner, Cobos, Y Ricardito se disputan al geronte para la próxima campaña.

A los Peronistas, mientras tanto, se nos ocurre escuchar “La Belleza” de Luis Eduardo Aute y sentimos que nadie puede reflejar mejor a la Santa Oposición que este “gaita”:

“Míralos, como reptiles,

al acecho de la presa,

negociando en cada mesa

maquillajes de ocasión;

siguen todos los raíles

que conduzcan a la cumbre

locos porque nos deslumbre

su parasita ambición.

Antes iban de profetas

y ahora el éxito es su meta;

mercaderes, traficantes,

mas que nausea dan tristeza

no rozaron ni un instante

la belleza”