CONVOCATORIA POR LA LIBERACION
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
La presente, es una
convocatoria a los militantes, que cuentan con la voluntad de protagonizar un
proceso liberador, a quienes pueden analizar relaciones de poder, y aun siendo desfavorables, para nuestro
pueblo, están dispuestos a diseñar planes y acciones políticas, que las tornen
favorables, quebrando el posibilismo que las utiliza como argumento.
En la provincia,
donde el trabajo produce el 42% de la riqueza de nuestra patria y habita el 40%
de nuestro pueblo, no existe un proyecto político destinado a construir un
orden social de igualdad y plena realización de la vida; el ejercicio soberano
de los bonaerenses, está condenado a elegir administradores de la gobernación,
como escalón previo de aspiraciones presidenciales.
La identidad como
bonaerenses, ha quedado reducida a los límites geográficos de la provincia,
donde la totalidad social, económica y cultural, es un mosaico dominado por la
concentración de poder económico, y subordinado a sus estrategias de
acumulación de capital. El conurbano, la costa y el interior tienen como única
conectividad las estrategias del poder económico; y no un proyecto político que
las integre.
Nuestras vidas en la
provincia, dependen del grado de voluntad, que tengan los sectores dominantes
en derramar sobre nuestros espacios sociales algo de la renta que apropian. No
existe una política económica vinculada a las demandas populares, y las
transformaciones que ello demanda. La premisa de un crecimiento económico,
orientado por la finalidad de lucro e inversiones de las corporaciones;
encierra la fantasía de la generación de empleo; ilusión que se desvanece,
cuando los 160 mil jóvenes que se incorporan anualmente al mercado laboral, no
pueden producir sus condiciones materiales de vida y valerse por sus propios
medios.
No existe política
alguna destinada a erradicar el déficit habitacional de 1,5 millones de hogares
en la provincia; la salud se limita al funcionamiento de 80 hospitales; donde
luego cada intendente, hace lo que quiere, desde cajas, hasta atenciones
precarias. Carrillo, Ferrara y todas las premisas que colocaron al sanitarismo
argentino a la vanguardia de los sistemas de salud, forman parte de la liturgia
y una falta absoluta de respeto a esos compañeros.
Se instalan
universidades nacionales en nuestro territorio facilitando el acceso al
conocimiento científico y no hay un solo proyecto educativo preparatorio, que
se oriente desde las aplicaciones tecnológicas que demanda este patrón
tecnológico; quedó en el olvido la experiencia peronista de articular las
escuelas fábricas con la Universidad Obrera; vociferan la zoncera civilizadora
de Sarmiento, que entiende al sistema pedagógico como igualador; pero no asumen
ningún desafío para actualizar desde el nuevo patrón tecnológico un sistema de
tecnicaturas vinculado al espacio universitario, con prácticas que certifiquen
las calificaciones para empleos o posibiliten iniciativas como emprendedores.
En una provincia que tiene todo por hacer, la desocupación es un insulto a la
inteligencia de los bonaerenses.
Nuestros viejos y
quienes no pueden valerse por sus propios medios, siguen prisioneros de los
mismos prestadores que incorporó el PAMI en los noventa; o el invento del PROFE
que no presta cobertura alguna.
Existe un proceso
inflacionario que corroe el poder adquisitivo de los bonaerenses; y no hay una
sola política de precios y menos económica que transparente mercados y
neutralice las intervenciones oligopólicas y distorsivas de precios. Por el
contrario sembraron los grandes espacios urbanos con hipermercados y chinos que
operan como succionadores de la riqueza local, cartelizados con los formadores
de precios.
Toda la riqueza
extractiva que nos brinda nuestra pampa, el litoral fluvial y marítimo, la capacidad
de consumo, y el stock de conocimiento existente en el conurbano bonaerense y
las grandes ciudades, está sometida a las estrategias de acumulación, de la
cúpula del poder económico, que interviene en la provincia.
El estado no tiene
política ni diseño sobre la infraestructura que requiere la integración y
sustentabilidad de nuestros pueblos, contamos con un 40% de la traza
ferroviaria nacional y está paralizado el 80%; 1000 pueblos fantasmas como
resultado de ello; las rutas pasaron a ser cajas de concesiones viales, o
senderos de la muerte; contamos con uno de los astilleros mas grandes del país
y no hacemos una sola barcaza, destinada a nuestros transportes. No tenemos
matriz energética propia, cuando podríamos estar elaborando 500 mil litros
diarios de biodiesel sin erosionar el suelo, o implementando una actualización
tecnológica sobre los consumos en motores eléctricos y a combustión; venteamos millones
de m3 de gas butano, por deposición de residuos domiciliarios, sin
aprovechamiento alguno; sepultando toneladas de residuos orgánicos en vez de
utilizarlos en elaboración de nutrientes
para nuestra pampa. Dejamos que las flotas pesqueras de ultramar destruyan toda
la industria pesquera en Mar del Plata y no se interviene sobre el mercado,
para eliminar las mafias que tienen cautiva la oferta sobre el conurbano y las
grandes ciudades; A ello debe sumarse las intervenciones monopólicas de
servicios domiciliarios, los cuales funcionan con absoluta autonomía del
gobierno provincial.
El sistema de transporte
público, es diseñado desde cualquier lado, menos desde la provincia, los seis
millones de bonaerenses que se desplazan cotidianamente, deben hacerlo como
ganado en el conurbano, o en los horarios que se les ocurre a los prestadores
de este “servicio publico”, en el interior, no hay ni estudios ni actualización
tecnológica sobre el sistema y menos sobre las necesidades de conectividad y
desplazamiento entre los bonaerenses.
Nuestro Banco
Provincia, segundo en el país, es un instrumento financiero capturado por la
cúpula del poder económico, sin conexión alguna con los espacios donde se
requiere expandir la economía, tanto para consumos locales, como
infraestructuras, actualizaciones tecnológicas e inversiones productivas, que
necesitamos.
Ninguna de estas
cuestiones está en la agenda pública, tampoco en la agenda de los medios
masivos; y parece que la mayoría de las organizaciones políticas con las que
compartimos historias y marcos ideológicos, no tiene demasiado interés en ello.
Hasta aquello que es
rutilante para los medios, carece de política; el debate sobre inseguridad, se
circunscribe a la cuota de autonomía, que se le otorga o no, a la policía
bonaerense; la reincidencia de quien
delinque, que podría reducirse a su mínima expresión con una ley de trabajo
carcelario y sueldos de convenio, y una salida laboral para quien cumple una
condena, no es trascendente; tampoco lo es monitorear satelitalmente las
cocinas, desarmaderos, trata y trabajo esclavo; (se puede hacer sobre el
espacio urbano para que ARBA, nos cobre el impuesto inmobiliario, pero no para
controlar la evasión fiscal del sector agropecuario y la trazabilidad de
productos). Tampoco está el interés de identificar las condiciones sociales,
que determinan una opción delictiva en la conducta individual, y contar con
políticas de intervención integrales que provean condiciones de igualdad y
dignidad a las miles de familias que padecen pobreza extrema. Sencillamente, nadie
en última instancia, desea desmontar la industria de la inseguridad que mueve
100 mil millones por año y cuyo insumo básico es el joven empobrecido de
nuestros distritos.
Si los militantes no
somos capaces de soñar la provincia que queremos, de incorporar esos sueños a
un proyecto de Nación y de construir consensos en torno a un marco estratégico
y objetivos políticos, que estén al servicio de los bonaerenses; toda la acción
política quedará reducida a la construcción de consensos en torno a figuritas
para posicionarlas en la competencia electoral.
Las cuestiones
enunciadas, tienen como finalidad aportar datos empíricos, sobre la ausencia de
un proyecto político integral para la provincia, aparecen de manera caótica,
convencidos de que cada compañero, desde el lugar más pequeño y alejado de la
provincia, o desde el barrio más populoso de nuestras ciudades, tiene aportes para
ordenarlos y ampliarlos desde las demandas populares y las respuestas políticas
que debería tener la gobernación de la provincia.
El 17 y 18 de
noviembre, conmemorando el triunfo de la militancia en la gesta del “luche y
vuelve”; el mejor homenaje a nuestros compañeros es resignificar el rol del
militante y su intervención en el proceso histórico, realizando una jornada que sintetice un
proyecto político para nuestra provincia, con quienes tienen la conciencia y
voluntad de enfrentar a las minorías, que hoy controlan la estructura económica
y legitima desde el relato político sus intereses particulares, como interés de
todos los bonaerenses. Necesitamos resituar la riqueza que produce el trabajo y
nuestros recursos naturales, como decisión inalienable del pueblo, puesta al
servicio de sus intereses, y de un proyecto de Nación integrado a los pueblos
de nuestra América Latina.
Hasta el 30 de septiembre
recepcionaremos las propuestas para el desarrollo de esta jornada, el lugar más
conveniente para realizarla; los temas trascendentes, la metodología de debate,
las acciones que nos organicen en una práctica liberadora etc.
Desde el 1 de octubre
en adelante se conformará una Comisión de organización y convocatoria a la
jornada, encargada de su realización y de construir los consensos que permitan
en esta jornada, arribar a una instancia organizativa de la militancia que
lucha por la liberación en la provincia de Buenos Aires.
Nuestra militancia
comenzará a debatir un borrador sobre el proyecto político que queremos para la
provincia de Buenos Aires, como también las acciones y escenarios que rencausé
a nuestra provincia en una política liberadora.
“Unidos y
organizados por la liberación; Si la oligarquía no nos deja soñar, tampoco
dormirá tranquila”
MOVIMIENTO DE
LIBERACION CARLOS MUGICA
Agosto 2012