martes, 21 de agosto de 2012


CONVOCATORIA POR LA LIBERACION
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

La presente, es una convocatoria a los militantes, que cuentan con la voluntad de protagonizar un proceso liberador, a quienes pueden analizar relaciones de poder,  y aun siendo desfavorables, para nuestro pueblo, están dispuestos a diseñar planes y acciones políticas, que las tornen favorables, quebrando el posibilismo que las utiliza como argumento. 

En la provincia, donde el trabajo produce el 42% de la riqueza de nuestra patria y habita el 40% de nuestro pueblo, no existe un proyecto político destinado a construir un orden social de igualdad y plena realización de la vida; el ejercicio soberano de los bonaerenses, está condenado a elegir administradores de la gobernación, como escalón previo de aspiraciones presidenciales.

La identidad como bonaerenses, ha quedado reducida a los límites geográficos de la provincia, donde la totalidad social, económica y cultural, es un mosaico dominado por la concentración de poder económico, y subordinado a sus estrategias de acumulación de capital. El conurbano, la costa y el interior tienen como única conectividad las estrategias del poder económico; y no un proyecto político que las integre.

Nuestras vidas en la provincia, dependen del grado de voluntad, que tengan los sectores dominantes en derramar sobre nuestros espacios sociales algo de la renta que apropian. No existe una política económica vinculada a las demandas populares, y las transformaciones que ello demanda. La premisa de un crecimiento económico, orientado por la finalidad de lucro e inversiones de las corporaciones; encierra la fantasía de la generación de empleo; ilusión que se desvanece, cuando los 160 mil jóvenes que se incorporan anualmente al mercado laboral, no pueden producir sus condiciones materiales de vida y valerse por sus propios medios. 

No existe política alguna destinada a erradicar el déficit habitacional de 1,5 millones de hogares en la provincia; la salud se limita al funcionamiento de 80 hospitales; donde luego cada intendente, hace lo que quiere, desde cajas, hasta atenciones precarias. Carrillo, Ferrara y todas las premisas que colocaron al sanitarismo argentino a la vanguardia de los sistemas de salud, forman parte de la liturgia y una falta absoluta de respeto a esos compañeros.
Se instalan universidades nacionales en nuestro territorio facilitando el acceso al conocimiento científico y no hay un solo proyecto educativo preparatorio, que se oriente desde las aplicaciones tecnológicas que demanda este patrón tecnológico; quedó en el olvido la experiencia peronista de articular las escuelas fábricas con la Universidad Obrera; vociferan la zoncera civilizadora de Sarmiento, que entiende al sistema pedagógico como igualador; pero no asumen ningún desafío para actualizar desde el nuevo patrón tecnológico un sistema de tecnicaturas vinculado al espacio universitario, con prácticas que certifiquen las calificaciones para empleos o posibiliten iniciativas como emprendedores. En una provincia que tiene todo por hacer, la desocupación es un insulto a la inteligencia de los bonaerenses.

Nuestros viejos y quienes no pueden valerse por sus propios medios, siguen prisioneros de los mismos prestadores que incorporó el PAMI en los noventa; o el invento del PROFE que no presta cobertura alguna.

Existe un proceso inflacionario que corroe el poder adquisitivo de los bonaerenses; y no hay una sola política de precios y menos económica que transparente mercados y neutralice las intervenciones oligopólicas y distorsivas de precios. Por el contrario sembraron los grandes espacios urbanos con hipermercados y chinos que operan como succionadores de la riqueza local, cartelizados con los formadores de precios.

Toda la riqueza extractiva que nos brinda nuestra pampa, el litoral fluvial y marítimo, la capacidad de consumo, y el stock de conocimiento existente en el conurbano bonaerense y las grandes ciudades, está sometida a las estrategias de acumulación, de la cúpula del poder económico, que interviene en la provincia.

El estado no tiene política ni diseño sobre la infraestructura que requiere la integración y sustentabilidad de nuestros pueblos, contamos con un 40% de la traza ferroviaria nacional y está paralizado el 80%; 1000 pueblos fantasmas como resultado de ello; las rutas pasaron a ser cajas de concesiones viales, o senderos de la muerte; contamos con uno de los astilleros mas grandes del país y no hacemos una sola barcaza, destinada a nuestros transportes. No tenemos matriz energética propia, cuando podríamos estar elaborando 500 mil litros diarios de biodiesel sin erosionar el suelo, o implementando una actualización tecnológica sobre los consumos en motores eléctricos y a combustión; venteamos millones de m3 de gas butano, por deposición de residuos domiciliarios, sin aprovechamiento alguno; sepultando toneladas de residuos orgánicos en vez de utilizarlos en elaboración de  nutrientes para nuestra pampa. Dejamos que las flotas pesqueras de ultramar destruyan toda la industria pesquera en Mar del Plata y no se interviene sobre el mercado, para eliminar las mafias que tienen cautiva la oferta sobre el conurbano y las grandes ciudades; A ello debe sumarse las intervenciones monopólicas de servicios domiciliarios, los cuales funcionan con absoluta autonomía del gobierno provincial.

El sistema de transporte público, es diseñado desde cualquier lado, menos desde la provincia, los seis millones de bonaerenses que se desplazan cotidianamente, deben hacerlo como ganado en el conurbano, o en los horarios que se les ocurre a los prestadores de este “servicio publico”, en el interior, no hay ni estudios ni actualización tecnológica sobre el sistema y menos sobre las necesidades de conectividad y desplazamiento entre los bonaerenses.

Nuestro Banco Provincia, segundo en el país, es un instrumento financiero capturado por la cúpula del poder económico, sin conexión alguna con los espacios donde se requiere expandir la economía, tanto para consumos locales, como infraestructuras, actualizaciones tecnológicas e inversiones productivas, que necesitamos.

Ninguna de estas cuestiones está en la agenda pública, tampoco en la agenda de los medios masivos; y parece que la mayoría de las organizaciones políticas con las que compartimos historias y marcos ideológicos, no tiene demasiado interés en ello. 

Hasta aquello que es rutilante para los medios, carece de política; el debate sobre inseguridad, se circunscribe a la cuota de autonomía, que se le otorga o no, a la policía bonaerense;  la reincidencia de quien delinque, que podría reducirse a su mínima expresión con una ley de trabajo carcelario y sueldos de convenio, y una salida laboral para quien cumple una condena, no es trascendente; tampoco lo es monitorear satelitalmente las cocinas, desarmaderos, trata y trabajo esclavo; (se puede hacer sobre el espacio urbano para que ARBA, nos cobre el impuesto inmobiliario, pero no para controlar la evasión fiscal del sector agropecuario y la trazabilidad de productos). Tampoco está el interés de identificar las condiciones sociales, que determinan una opción delictiva en la conducta individual, y contar con políticas de intervención integrales que provean condiciones de igualdad y dignidad a las miles de familias que padecen pobreza extrema. Sencillamente, nadie en última instancia, desea desmontar la industria de la inseguridad que mueve 100 mil millones por año y cuyo insumo básico es el joven empobrecido de nuestros distritos.

Si los militantes no somos capaces de soñar la provincia que queremos, de incorporar esos sueños a un proyecto de Nación y de construir consensos en torno a un marco estratégico y objetivos políticos, que estén al servicio de los bonaerenses; toda la acción política quedará reducida a la construcción de consensos en torno a figuritas para posicionarlas en la competencia electoral.
Las cuestiones enunciadas, tienen como finalidad aportar datos empíricos, sobre la ausencia de un proyecto político integral para la provincia, aparecen de manera caótica, convencidos de que cada compañero, desde el lugar más pequeño y alejado de la provincia, o desde el barrio más populoso de nuestras ciudades, tiene aportes para ordenarlos y ampliarlos desde las demandas populares y las respuestas políticas que debería tener la gobernación de la provincia.

El 17 y 18 de noviembre, conmemorando el triunfo de la militancia en la gesta del “luche y vuelve”; el mejor homenaje a nuestros compañeros es resignificar el rol del militante y su intervención en el proceso histórico,  realizando una jornada que sintetice un proyecto político para nuestra provincia, con quienes tienen la conciencia y voluntad de enfrentar a las minorías, que hoy controlan la estructura económica y legitima desde el relato político sus intereses particulares, como interés de todos los bonaerenses. Necesitamos resituar la riqueza que produce el trabajo y nuestros recursos naturales, como decisión inalienable del pueblo, puesta al servicio de sus intereses, y de un proyecto de Nación integrado a los pueblos de nuestra América Latina.
Hasta el 30 de septiembre recepcionaremos las propuestas para el desarrollo de esta jornada, el lugar más conveniente para realizarla; los temas trascendentes, la metodología de debate, las acciones que nos organicen en una práctica liberadora etc.

Desde el 1 de octubre en adelante se conformará una Comisión de organización y convocatoria a la jornada, encargada de su realización y de construir los consensos que permitan en esta jornada, arribar a una instancia organizativa de la militancia que lucha por la liberación en la provincia de Buenos Aires.

Nuestra militancia comenzará a debatir un borrador sobre el proyecto político que queremos para la provincia de Buenos Aires, como también las acciones y escenarios que rencausé a nuestra provincia en una política liberadora. 

“Unidos y organizados por la liberación; Si la oligarquía no nos deja soñar, tampoco dormirá tranquila”

MOVIMIENTO DE LIBERACION CARLOS MUGICA
Agosto 2012